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Antepasados de las serpientes

Antepasados de las serpientes

La comunidad científica sigue debatiendo la evolución de las serpientes. Aunque la aplicación en fósiles de una novedosa técnica está ayudando a entender de qué forma y en qué momento las serpientes dejaron de tener patas. Se trata de una tecnología que utiliza los rayos-X para reconstruir los fósiles en tres dimensiones.

Gracias a dicha técnica, un grupo internacional de investigadores ha logrado detectar una segunda pata, invisible a simple vista, en un fósil de serpiente de 95 millones de años de antigüedad que fue encontrado hace diez años en el Líbano. 

Se trata de una extremidad de dos centímetros de longitud que está unida a la pelvis (la serpiente medía unos 50 centímetros). El estudio, que utilizó el potente sincrotrón de Grenoble para radiografiar los fósiles, fue publicado en ‘Journal of Vertebrate Paleontology‘.

El ejemplar ha sido nombrada como ‘Eupodophis descouensi‘. No se trata de un fósil cualquiera, ya que hasta ahora se han encontrado muy pocas serpientes fosilizadas que conservaran algún hueso de las patas, por lo que este descubrimiento resulta clave para estudiar el origen de estos animales.

Todos los fósiles encontrados tenían aproximadamente la misma antigüedad y fueron localizadas en la misma zona geográfica. Además, se piensa que estas serpientes eran bípedas al no hallarse indicios de patas delanteras, sólo traseras.

Las imágenes en tres dimensiones y alta resolución obtenidas revelan que la estructura interna de sus patas es bastante similar a la de los actuales lagartos terrestres. Sin embargo, los científicos no se decantan aún por ninguna de las dos hipótesis sobre el origen de las serpientes.

Los datos obtenidos en este estudio se combinarán con otras investigaciones (que se están tomando actualmente) para intentar aclarar si el origen de las serpientes está en el mar o en la tierra.

Vía | Journal of Vertebrate Paleontology

¿Cuantas toneladas de CO2 se desprenden en las conservas?

Exactamente, por cada tonelada de este tipo de conservas se generan 10,7 toneladas de dióxido de carbono. Esta es la conclusión a la que ha llegado Adolfo Carballo Penela, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela que, en su búsqueda por lograr una ecoetiqueta que incluya la contaminación en todas las fases del ciclo de vida de los alimentos, ha hecho la prueba con un alimento real.

"Se trataba de probar el sistema con un caso práctico y el resultado es que se generan 10,7 toneladas de CO2 por cada tonelada de dicha conserva", explica el propio autor del estudio. El análisis se llevó a cabo sobre una conserva de mejillón de Galicia de una determinada marca.

Precios, ofertas, nutrientes, contenido en gluten, apto para vegetarianos, ... pero de la huella ecológica ni rastro. Gracias a un estudio gallego podría surgir una ecoetiqueta que mostrase cierta información medioambiental, como la cantidad de CO2 generada en su fabricación.

Esta investigación se basa en un trabajo previo desarrollado en la departamento de Medioambiente del Puerto de Gijón. El biólogo J.L Domenech desarrolló un trabajo denominado "método compuesto de las cuentas contables (MC3)" con el que se estima la huella ecológica y de carbono en organizaciones. A partir de este trabajo, Carballo ha conseguido adaptarlo para evaluar la huella de los bienes y servicios hasta que llegan a los consumidores.

De esta manera, analizando cada una de las fases de su ciclo de vida, se podría llegar a un valor numérico que vendría plasmado en una etiqueta ecológica en los alimentos. Así los consumidores, al consultarla conocerían el daño que la producción del alimento produce al medio ambiente.

Como explica el autor del estudio, "Este estudio expone una alternativa para comunicar de modo eficiente la información ambiental a empresas, consumidores y partes interesadas: el ecoetiquetado. Esta es una herramienta consolidada para informar a la sociedad sobre las cargas ambientales de los bienes que consumidos, diferenciar los productos de empresas y organizaciones, y que permitirá escoger, en un futuro, aquellos productos que contaminan menos". Además apunta que "ofrecer información medioambiental al consumidor es fundamental para informar sobre su modo de producción y que empresas y organizaciones puedan realizar una gestión ambiental eficiente".

La química como sustento de la vida

La química como sustento de la vida

En este mes de febrero se ha inaugurado oficialmente en España el Año Internacional de la Química, en un acto celebrado en la sede del CSIC, bajo la presidencia de Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente primero del gobierno y químico de formación.

La UNESCO y la Asamblea General de Naciones Unidas proclamaron la conmemoración para dar a conocer la indispensable contribución de esta ciencia a la mejora de la sostenibilidad de nuestros modos de vida y para resolver los problemas globales esenciales de la humanidad, como la alimentación, el agua, la salud, la energía o el transporte.

Este año conmemora además el centenario del Premio Nobel de Química a Maríe Curie, y de la fundación de la Asociación Internacional de sociedades Químicas.

El acto de inauguración, celebrado en la sede del CSIC, contó con la participación de los ministros de ciencia y Educación, y con representantes de sociedades científicas.

Todos coincidieron en destacar el buen nivel de la Química española, aunque también hubo críticas al escaso número de horas lectivas en la Educación Secundaria y la necesidad de un Pacto de Estado por la Ciencia que garantice la inversión en I+D.